La naturaleza de nuestro SER, integra energía femenina y energía masculina, un baile de polaridades que precisa del equilibrio entre ambas para experimentar la vida en su máximo potencial. Las polaridades del ying y el yang, el cuerpo y la mente, el ser y el propósito; conforman nuestra naturaleza humana como un todo. Aspectos del SER opuestos e inseparables entre sí, que nos convierten en seres energéticos parte de un todo.
Siento, que nos enfrentamos a un desequilibrio interior. Hombres y mujeres.
Hemos integrado las características y cualidades otorgadas a nuestro género impuestas socialmente desde el momento en que nacemos. Y rechazamos cualidades o actitudes «no correspondiente» a él. Si eres niño, tendrás que ser fuerte; sensible y bonita si eres niña.
Reflexionando sobre los avances del movimiento feminista que trajo consigo la liberación de la mujer; me doy cuenta de que fue a costa de que valientes mujeres, potenciaran su energía masculina y se identificaran con atributos como: agresiva, competitiva, rígida; desconectándose del cuerpo y sus emociones, reprimiendo su energía femenina. Fue como hoy gozamos de igualdad. Esta igualdad a costa de la desconexión con la naturaleza y el Ser.
A medida que las mujeres hemos conquistado espacios antiguamente dominados por hombres, aparecen hombres pasivos, con falta de dirección y confusos de su rol en una sociedad donde las mujeres estamos gobernadas e identificadas por nuestra energía masculina; lo cuál irónicamente nos permite disfrutar de independencia e igualdad de derechos. Tristemente, encuentro que el precio que pagamos fue: sobrecarga de trabajo, retraso de nuestra maternidad, desconexión con nuestra alma.
Nos enfrentamos a un reto. Encontrar nuestro equilibrio interior entre ambas energías: Honrando a la mujer que se permite sentir sus emociones y pedir ayuda en una sociedad donde hemos interiorizado que debemos ser fuertes e independientes. Y honrando al hombre se permite conectar con su energía femenina, en una sociedad dónde ha interiorizado que su sensibilidad es una muestra de debilidad.
Y quizás, si hombres y mujeres trabajamos juntos en la búsqueda de este equilibrio interior podamos lograr el mundo justo e igualitario que todos los seres humanos anhelamos.
Hasta pronto ✨
Descubrir la alegría por la vida a través de mi GOZO, no solo me hace vibrar con otros seres; si no que me hace ser capaz de creer que puedo ir más allá de mi limitada mente.
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